¿Habías escuchado de esta bebida? Si eres aficionado al café, es probable que sí. El carajillo es básicamente un combinado de café con brandy, orujo, ron, anís u otro licor. Como verás las posibilidades son infinitas.
El origen de su nombre no esta claro, pero hay varias historias y cualquiera nos puede valer. La más conocida es que en los tiempos de la Guerra de Cuba (conflicto Español – Norteamericano a finales del siglo XIX) se empezó a beber una mezcla de Brandy de Jerez (anteriormente Coñac) con el café de la isla, llamándole Corajillo que viene de Coraje, que era lo que necesitaban las tropas y esta bebida les infundía.
Se supone que con el tiempo el Corajillo paso a ser Carajillo. Otra historia interesante viene del Mestre Josep Pla que indica que su nombre proviene de los arrieros de la estación de Francia de Barcelona, mientras esperaban el turno de carga en lugar de pedir un café y una copa pedían que se lo mezclaran por “¡que ara guillo!” (significa ¡que me largo! en Catalán).
De ahí el Caraguillo que paso a Carajillo. Luego hay otra más, sobre los indianos que daban a sus esclavos un carajo (café con ron) cada mañana para que trabajaran con más alegría, y se trajeron la idea a España a su vuelta.
Para hacer un buen carajillo no hay más que utilizar buena materia prima: Un buen café hecho con agua de buena calidad, una cafetera en condiciones que no afecte al sabor del café y un buen licor de tu preferencia, el cual podrás encontrar en el área de vinos y licores de cualquier supermercado, pues cada vez tienen mejor surtido.
Estos son los pasos para preparar un buen carajillo
- Poner azúcar moreno en una taza, hay quien utiliza también azúcar blanca.
- Añadir brandy o ron o whisky (uno sólo, no abusar)
- Echar tres granos de café y corteza de limón.
- Calentar la mezcla.
- Preparar un espresso de calidad.
- Flambear la mezcla calentada y añadir el café.