Las crepas y su origen

El origen de las crepas

Las crepas son un apreciado manjar francés que se ha convertido en un plato popular en todo el mundo. Son tortitas finas y delicadas hechas con una simple masa de harina, huevos, leche y mantequilla. Se pueden servir con rellenos dulces o salados, lo que los convierte en un plato versátil y delicioso. Pero, ¿de dónde procede esta delicia culinaria?

 

¿Cómo se originaron las crepas?

El origen de las crepas se remonta a la antigüedad. Se cree que griegos y romanos comían unas tortitas finas llamadas “tiganites” o “scriblita”. Estas tortitas se elaboraban con harina de trigo, leche y huevos y solían servirse con miel y fruta.

A medida que el Imperio Romano se extendía, también lo hacía su influencia culinaria. Se cree que los romanos introdujeron la tortita en Francia durante su ocupación del país en el siglo I antes de Cristo. La palabra francesa para panqueque, “galette”, procede del latín “crispa”, que significa rizado.

Con el tiempo, la receta de la tortita francesa evolucionó y, en el siglo XII, empezaron a surgir los crepes tal y como los conocemos hoy. Las crepes eran un alimento popular en Bretaña, región del noroeste de Francia, donde se conocían como “galettes de blé noir“. Estas crepes saladas se hacían con harina de trigo sarraceno y se rellenaban normalmente con ingredientes salados como queso, jamón y champiñones.

 

Preparación de las crepas

 

 

Las crepes dulces se popularizaron en Francia en el siglo XVI, cuando se generalizó la harina de trigo. A menudo se servían con rellenos dulces como azúcar, fruta y mermelada. Las crepes se hicieron populares en París a finales del siglo XIX y principios del XX, donde se vendían en puestos callejeros y cafés.

 

Las crepas en la actualidad

Hoy, los crepes se degustan en todo el mundo y se han convertido en un plato popular en muchos países. En Rusia, se conocen como “blini” y suelen servirse con caviar y crema agria. En Suecia, se llaman “pannkakor” y suelen servirse con mermelada de arándanos rojos. En Japón, se llaman “okonomiyaki” y suelen estar rellenos de marisco y verduras.

En Francia, las crepes suelen servirse con distintos rellenos, según sean dulces o saladas. Las crepas dulces suelen llevar Nutella, nata montada y fruta fresca. Las crepes saladas suelen llevar jamón, queso, huevos y verduras.

Tradicionalmente, los crepes se hacen en una sartén especial, poco profunda, de fondo plano y paredes bajas. La masa se extiende finamente por la sartén y la crepe se cocina hasta que esté dorada por ambos lados. Los crepes pueden enrollarse, doblarse o apilarse, según el relleno y la presentación.

 

Crepas con frutos y chocolate

 

 

 

En conclusión, las crepas son una de las tantas recetas de comida que cuenta con una larga y fascinante historia que abarca siglos y continentes. Desde las antiguas tortitas griegas y romanas hasta el manjar francés que hoy conocemos y amamos, las crepes han evolucionado con el tiempo hasta convertirse en un plato muy apreciado en todo el mundo. Tanto si prefiere rellenos dulces como salados, es innegable que los crepes son una comida deliciosa y versátil que puede disfrutarse en cualquier momento del día.

 


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